miércoles, 6 de junio de 2007

1) Cuento

Los Guajiros


Autor: Antonio Pérez Esclarín

¿Quiénes Son?


Los Guajiros son el grupo más numeroso de indígenas Venezolanos. Viven en la Península de la Guajira que, si bien históricamente perteneció a Venezuela, hoy solo una décima parte de dicha península en territorio Venezolano siendo el resto de Colombia.

La población total de loa Guajiros se estima a unos 170.000 individuos. Son la raza arawaca y ellos se denominan “Wayúu” que significa “Nosotros” o “Gente”. A todos los que no somos indígenas nos llaman “Alijuna” que significa “Extranjeros”.

La sed da la Guajira


Azotada por los vientos alisios que arrastran las nubes, la península de la Guajira es una zona semidesértica, y su gran problema es la falta de agua. Durante nueve meses reina una gran sequía, y en esta época los Guajiros se surten de agua en casimbas y jagüeyes o posos que cavan en el piso. Suele llover en los meses de septiembre a noviembre. Los Guajiros esperan con ansias estos meses para sembrar sus semillas de maíz, frijoles, patillas, melones… Pero algunos años ni siquiera llueve en estos meses o no llueve lo suficiente, y entonces la sed y el hambre persiguen a los Guajiros. No tienen otro remedio que abandonar sus tierras y buscar otras menos castigadas por la sequía.

Por ello, muchos Guajiros han dejado sus tierras y sen ido a vivir a la ciudades (Paraguaipoa, Maracaibo…), donde trabajan, las mujeres fundamentales vendiendo mercancía que traen de Colombia, y ,os hombres en la construcción.

De hacho, se calcula que una quinta parte de la población total de los Guajiros viven ya en los barrios de Maracaibo.

Sin embargo, fue la sequedad de sus tierras y el carácter rebelde de loa Guajiros los que impidieron su desaparición o la total asimilación por los criollos.

Los españoles nunca pudieron dominar a los Guajiros y éstos siempre mantuvieron una gran independencia y orgullo social.

Durante la colonia, los Guajiros, que eran nómadas, se fueron convirtiendo en pastores y ganaderos. Las primeras cabezas de ganado las obtuvieron cambiándoselas a los españoles por perlas. Desde este momento, el Guajiro mide la riqueza de las personas por la cantidad de cabeza de ganado que posea.

Los Clanes


La sociedad Guajira esta dividida en clanes matrilineales; esto quiere decir, en grupos de parientes por la línea materna, pues, para el Guajiro, sólo son parientes de uno los familiares de la madre. Así, para un niño Guajiro, el defensor y representante legal no es su padre, sino el hermano mayor de su madre, es decir, su tío materno. Por eso, los niños Guajiros pasan con su madre los primeros años de su vida y luego van a depender de su tío materno, o sea del hermano mayor de su madre, del cual serán herederos cuando mueran.

Se calcula que en Guajira la hay como 30 clanes diferentes. Cada uno de ellos se asocia con un animal del que creen que ellos descienden. Los diez clanes más importantes, junto con sus animales distintivos, son los siguientes:

· Los Urianas con el Tigre;
· Los Pusháinas con el Báquiro;
· Los Epinayúes con el venado;
· Los Epieyúes con el Buitre;
· Los Iguanas con el Halcón;
· Los Arpushianas con el Zamuro;
· Los Jusayúes con la Culebra cascabel;
· Los Supuanas con el Aclaraban;
· Los Jayayiús con el Perro;
· los Hualiyús con la Perdiz.

Según los mitos Guajiros, los clanes fueron creados por el propio Meleiwa (DIOS).


Vivienda


La vivienda típica Guajira está hecha con varillas de YOTOJORO, el corazón seco del cordón. Por lo general, costa de tres partes: La cocina, El dormitorio y, entre ellos, separándolos y uniéndolos, una enramada, que es un techo sostenido por cuatro a más puntales, sin paredes, siempre en dirección del viento, que resulta por ello un lugar fresco y muy aireado. Allí reciben a las visitas, descansan la siesta y tejen sus bellísimas hamacas y tapices de un colorido muy vivo.

Junto a vivienda, suelen haber uno o varios correales, con cercas de cactus, para sus ovejas y cabras.

Vestido:
En cuanto a su forma de vestir, si bien el hombre prácticamente ha abandonado el típico guayuco, las mujeres siguen vistiendo con orgullo u elegancia sus hermosas y coloridas mantas. La manta es de origen español, pero las Guajiras lo asimilaron muy pronto y la convirtieron en un elemento cultural propio. Las mujeres adornan sus cuellos, tobillos y muñecas con distintos collares y brazaletes. Calzan unas sandalias con una gran borla de o algodón o lana en el empeine. Para protegerse del sol, se pintan el rostro con una mezcla de esporas de hongos, nuez silvestre y grasa.

El Blanqueo


Antes de poderse casar, la muchacha Guajira debe pasar por un periodo de encierro, conocido también como el blanqueo. A la llegada de la primera sangre menstrual, se le corta el cabello al rape a la muchacha y, vestida únicamente con su manta o totalmente desnuda y descalza, la acuestan en una hamaca y la levantan hacia lo alto. Así pasara tres día de riguroso ayuno, con los ojos clavados en el techo, para que su cuerpo vote las maldades de su niñez, y oyendo los canto de algún familiar entona para ella. A los tres días, por la madrugada, la sacan de la hamacan, la bañan con agua fría y la hermosean.

Le dan de comer mazamorra de maíz y el zumo de algunas plantas especiales, dieta que debe continuar por algún tiempo para que engorde. Y entonces comienza un largo encierro en una pequeña habitación donde no entra ningún hombre. La muchacha no puede salir de allí, debe hablar en voz baja, y su madre, tías o primas le van enseñando a hilar, tejer, y además oficios del hogar durante meses o incluso años, según la posición social de la joven encerrada.

Una fiesta con el baile de la chicha maya o “YONNA” señala el fin del encierro de la muchacha Guajira que ya es una “MAJAYURA” (señorita), que puede ser pretendida en matrimonio. Como en todas las fiestas Guajiras, se consumen grandes trozos de carne asada y corre abundante el CHIRRINCHE o licor. Para bailar la Yonna forma un circulo, sale al centro un hombre e invita a salir a una mujer. La Guajira se esfuerza moviendo ágilmente sus pies por pisar al hombre y tumbarlo, y este tiene que poner su habilidad en evitar que lo tumben.

Cada vez que la mujer logra su intento los espectadores ríen y festejan el hecho, y una nueva pareja sale al ruedo.

El Baile de la cabrita


El otro baile característico de los Guajiros, aunque hoy casi ha desaparecido, es el baile de la cabrita. Este baile siempre tiene lugar después de la época de lluvias, y es una ocasión especial para prestarse ayuda en las tareas agrícolas de limpieza del conuco.

El que necesita peones para limpiar un terreno, invita a un baile de la cabrita, y se encarga de proveer comida y bebida abundantes a los que van a participar. Durante el día trabajan, y en la noche se prende la fiesta.

Organizan una gran variedad de juegos y representaciones teatrales que consisten, sobre todo, en imitar las acciones y gestos de animales, o fenómenos de la naturaleza como la lluvia, la tormenta, etc.

El Matrimonio


El Matrimonio Guajiro establece que el novio, para poderse casar, debe pagar (DOTE) una determinada cantidad de cabezas de ganado y collares (hoy día se ha impuesto la costumbre de pagar también en dinero), a la familia de la novia.

Cuando un Guajiro pretende a una muchacha, lo comunica a su tío materno, y éste –o algún otro que el tío señale- va ofrecer un regalo a la familia de la pretendida. La aceptación del regalo supone la aceptación del novio por parte de la familia de la muchacha, y enseguida se fija la cantidad a pagar: si la muchacha es pobre, pueden bastar unos poco chivos; si es rica, el pago puede elevarse a cientos de vacas o millones de bolívares.

En el pago de la novia, deben colaborar los familiares del clan del novio; de este modo los parientes toman parte activa en hacer posible el matrimonio.

Si la esposa es infiel al marido, éste exige que se devuelva lo que pago por ella. El esposo ofendido recibe además, compensación por los parientes de su mujer por sus sentimientos lastimados.

Por lo que acabamos de decir, verás que no es exactamente que los Guajiros “VENDEN” a sus hijas, o que en la Guajira “SE COMPRAN” mujeres, como muchos andan diciendo por allí. Esta costumbre Guajira del pago tiene, más bien, un sentido más bello y profundo.

En primer lugar, el novio demuestra que realmente aprecia a la muchacha y lo demuestra con hechos. En segundo lugar, es una forma de que todo el clan del novio participe en el matrimonio, pues deben ayudar al novio a recoger la paga, y tercero, es un medio de asegurarse la finalidad de la esposa, ya que si ella es infiel, la familia debe devolver lo que se pago por ella más una cantidad por la ofensa de la infidelidad.

La Ley Guajira


La ley Guajira exige que se paguen los problemas ocasionados, y todo derramamiento de sangre. Para el Guajiro, la sangre es el lazo de la unión de la familia, y su derramamiento supone una ruptura de dicho laza y, por ello, toda la familia esta obligada a exigir una satisfacción.

Es tan exigente esta ley, que se debe pagar solo las heridas voluntarias, sino también los involuntarios –por ejemplo, las que uno ocasiona a otro jugando-, e incluso se debe pagar las que uno se hace a si mismo sin querer.

Del mismo modo, hasta los suicidios deben ser pagados por aquellos que directa o indirectamente ocasionaron que la victima tomata tal decisión.

En caso de heridas graves y, por supuesto, de muerte, la compasión exigida puede llegar a cientos de cabezas de ganado o de millones de bolívares, de acuerdo de la importancia social del ofendido.
Por lo general, primero intenten llegar a un acuerdo por las buenas. Para ello, el clan del ofendido envía a un palabrero que discute con el clan del ofensor el pareció a pagar por las ofensas. Si se aceptan por las buenas las condiciones del pago, éste se suele realizar en todas partes.

Mientras no se cobra la segunda, se mantiene enemistad, y sin algún miembro de uno de estos clanes se encuentra con otro del clan rival, tiene obligación de darse la espala sin dirigir la palabra. Con el pago de la segunda parte, las relaciones vuelven a la normalidad y la ofensa se considera totalmente pagada.

De no llegar a un acuerdo por las buenas, el clan ofendido tiene el deber de cobrar violentamentemente la ofensa, causando un daño semejante al que se le hizo a ellos. De este modo, la muerte solo podrá pagarse con otra muerte. En estas ocasiones, la Guajira arde bajo la violencia.

Entierro Guajiro
Cuando muere un guajiro, los parientes lavan el cuerpo del difunto, lo visten con su mejor traje y lo adornan con sus joyas y objetos queridos. Lo envuelven con una sábana o cobija y lo colocan en una hamaca.

Empieza entonces el velorio, donde las mujeres, con el rostro cubierto con unos mantos, se alternan para llorar al muerto con una especie de quejido largo y triste que repiten como ritmo lastimero.

Mientras tanto, los familiares del muerto matan varias cabezas de ganad y reparten la carne, junto con abundante licor, entre todos los presentes. El resto del ganado del muerto se repartirá, terminando el entierro, entre los asistentes al velorio.

Las ceremonias del velorio duran varios días –de acuerdo a la posición social del difunto- y, terminadas estas, entierran al muerto.

Pasados unos años de este entierro, los resto del muerto son desenterrados al amanecer; una mujer va limpiando bien los huesos, los coloca en una sábana, después de un chinchorro donde son velados de nuevo como la primera vez. Terminando el velorio los depositan en una tumba nueva.

Cuando han trascurrido años después de este segundo entierro, se hace el tercer velorio, donde se agrupan a una tinaja los restos y son arrestados en el cementerio del clan.

La vida después de la Muerte


Al morir los Guajiros van a jepira, “la tierra de los indios muertos”. Jepira es una península montañosa y desierta al noroeste da la Guajira Colombiana.

En jepira, los muertos se trasforman en “YOLUJA”, o “Espíritus de los muertos”. Estos suelen hacer cortas visitas a los vivos para inquietarlos. Se les suele encontrar al amanecer o al atardecer, mudos. Sin embargo, el modo más directo que tiene los Yoluja de comunicarse con los vivos es a través de los sueños.

Si uno sueña con un muerto, si le habla, esto significa que el alma se ha encontrado con un Yoluja que andaba vagando por ahí.

En jepira, los Yoluga vuelven a morir y se transforman en JUYA (lluvia), o en WANULU (espíritu portador de enfermedades y muertes). Para los Guajiros la lluvia no es otra cosa que los Guajiros muertos en otro tiempo. Por eso, cuando va a llover, se sueña con los muertos y las lluvias vienen siempre de Jepira.

De este modo, transformados en Juya o en Wanulu, los Guajiros muertos regresan de nuevo a la tierra como portadores de la vida o de enfermedades.

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